miércoles, 24 de octubre de 2007

EL VISIONARIO DE INTERNET...

Dicen que, cuanto más das, más recibes. Y, aunque suene altruista, con esta estrategia Idealista.com se ha convertido en el primer portal inmobiliario de España y el referente a la hora de realizar transacciones en este mercado tan competitivo.

Cuando a Jesús encinar, fundador y director general de Idealista, le preguntan por su portal, suele recurrir a una anécdota que le sucedió en India. Cuenta que, tras descalzarse para entrar en el jardín en que Gandhi fue incinerado, se encontró ante dos paneles idénticos donde dejar los zapatos, con la diferencia de que uno era de pago y el otro no. ‘¿Y si no doy nada?’, pensó. Pero, ‘¿Y si me quedo sin zapatos?’. Ante la duda, entregó rápidamente unas rupias al vigilante. Más tarde descubrió que ninguno de los nativos utilizaba este servicio porque, como todo el mundo sabe, en la India nadie roba.

Y así es Idealista.com un portal inmobiliario con más de un millón de usuarios al mes, donde 3.500 pagan y el resto no. Y es que jugar con estos dos factores es clave para triunfar en cualquier negocio. “Por un lado siempre hay que dar algo gratis que aporte valor al usuario, y por otro, cobrar. El secreto está en el equilibrio”.

Aunque jamás imaginó que llegaría a ser un emprendedor, además de Idealista, Jesús Encinar ha creado floresfrescas.com, una forma original y económica de mandar flores, participa en Top Rural y está trabajando en 11870, un directorio de empresas con el que competirá en red. Dice que fue la búsqueda de autonomía lo que le condujo por este camino. “Me llevo mal con la idea de autoridad y con que me digan lo que tengo que hacer”, reconoce.

Licenciado en Administración de Empresas con el número uno de su promoción, en 1995 dejó su trabajo para estudiar durante dos años un MBA en Harvard, donde colaboró con el premio Nobel Robert Merton en un análisis sobre las implicaciones de Internet para las instituciones financieras. Esta experiencia le llevó a Silicon Valley. Allí trabajó en una consultora para clientes como Amazon y Yahoo.

Sorprendentemente sigue viviendo en una casa de alquiler, no tiene coche y acude al trabajo en transporte público. Sin embargo, “he permitido a muchas personas trabajar en un sitio en el que están a gusto. He creado una empresa que no contamina, que ahorra mucho dinero a mucha gente y tiempo y esfuerzo a mucha otra. Todo eso para mí es una satisfacción enorme”.

Y como no podía se de otra manera, la gestión de su empres a es fiel reflejo de la personalidad de su promotor.

Sin organigramas. Con una “estructura jerárquica idealista”, la compañía está formada por pequeñas células autónomas, pero relacionadas entre sí. Frente a las estructuras jerárquicas, que son más caras, la integración de los equipos es más alta. Por otra parte, se busca un conocimiento global de forma que los trabajadores cambian de puesto cada ocho meses.

Contratos indefinidos. En esta empres tampoco existen becarios, ni contratos de obra o similares. “Se entra por contrato fijo desde el primer día. Eso ya da confianza”.

Todos iguales. Dicen que cuando alguien busca a Jesús Encinar en la empresa es difícil localizarle. No porque no se encuentre en su sitio, sino porque su mesa, exactamente igual que las del resto de la plantilla, se confunde entre los trabajadores. Y es que tampoco hay despachos, ni secretarias, ni pasillos, porque “los símbolos de estatus te alejan de los empleados, además de resultar caros”.

Sin proyectos de futuro. Otro detalle que tampoco se tiene en cuenta son los llamados planes estratégicos. Y “no se nos ha olvidado hacerlos, ni somos despistados. Ni los tenemos, ni los queremos tener. Cada año te planteas qué es lo que va a realizar el siguiente, tenemos el presupuesto anual y a partir de ahí como los mapas medievales… terra incóginita, dragones y sirenas”, bromea. Lo que no significa actuar a la ligera, aclara.

Gestión personal. En definitiva, “lo crítico es encontrar un equipo de gente buena, orientarles bien en lo que hay que hacer y quitarme del medio. Tan sencillo como eso porque si te pones tú, estás estorbando. Cuando te rodeas de gente buena, está claro cuál es el objetivo y te quitas del medio, las cosas pueden salir mejor de lo que piensas”.

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