miércoles, 27 de enero de 2010

El Medio es el Mensaje...



Marshal McLuhan, un filósofo y profesor canadiense de lengua inglesa, saltó a la fama en 1964 cuando publicó Understanding Media y, actualmente, es reverenciado como uno de los fundadores de los estudios sobre los medios, pasando a la posterioridad como uno de los grandes visionarios de la presente y futura Sociedad de la Información.

Pero ¿cuál era el particular enfoque de McLuhan? Esencialmente, podría decirse que no tenía ninguno. La aproximación de McLuhan a un determinado problema partía de negar un punto fijo, puesto que para él, la comprensión de cualquier cuestión requería siempre un enfoque multidimensional. Con total libertad, sus escritos carecen de argumentaciones complejas o de tesis alguna con desarrollo lineal. Y en este sentido, es innegable que McLuhan fue un hombre libre, hasta el punto de que en su lápida aparece escrito con tipografía digital analógica: ‘La verdad nos hará libres’.

La perspectiva de McLuhan respecto a los medios de comunicación social, se ha dado en llamar determinismo tecnológico, aunque se podría considerar también un visionario. En efecto, cuando McLuhan murió, la televisión por cable aún no era una realidad, y los habitantes de la aldea global – término con el que describió la interconexión humana a escala mundial generada por los medios electrónicos de comunicación-, poco sabían sobre interactividad, e-books, multimedia o videoconferencias, sin embargo, su obra ha dejado un marco teórico que permite estudiar y comprender la naturaleza de los nuevos medios que han revolucionado la historia de la comunicación de la humanidad.

Muchas de las consideraciones predichas por McLuhan tan sólo se han cumplido parcialmente y, sus razonamientos, postulados con lúcida claridad en su famosa frase ‘El Medio es el Mensaje’, advierten que si deseamos investigar significados y comportamientos sociales, debemos tener en cuenta que éstos subyacen en los Medios analizados más que en los contenidos propagados por los mismos, o de otro modo, es la tecnología de los medios la que constituye per se un impulso comunicativo fuerte y determinado.

Guerra y Paz en la Aldea Global, es un libro que continúa las teorías de MacLuhan sobre las nuevas tecnologías electrónicas y su convivencia con las viejas, en el que se afirma que el hecho de que una tecnología sea arcaica, no implica necesariamente su desaparición.

En la actualidad, Internet ha cambiado la forma de ver el mundo, y muchos expertos la consideran ya el principal avance tecnológico del Siglo XX. Simultáneamente, expertos analistas están observando que la televisión está siendo desplazada por la aparición y desarrollo de este nuevo medio digital que se ha extendido rápidamente, convirtiéndose en una herramienta imprescindible que abarca todo tipo de actividades, tanto profesionales como particulares.

La clave está en que en Internet se puede encontrar todo y se está convirtiendo en el gran contenedor capaz de difundir cualquier medio y sus contenidos. Pero esto no quiere decir que la difusión clásica de los medios vaya a desaparecer sino, simplemente, que entramos en un proceso de convivencia de modelos de diferente difusión o multidifusión mediática.

Otra cuestión a considerar, es que la televisión es un medio reactivo y por lo tanto pasivo, en tanto, las actividades de Internet son activas, puesto que la navegación en la Red incita a un tipo de consumo multitarea opuesto a la actitud acomodaticia del televisor. De hecho, algunos analistas sostienen que está emergiendo un nuevo modelo de telespectador. Así, junto al tradicional, acostumbrado a recibir los contenidos -denominado lean back, por la posición reclinada en el sofá-, nace otro espectador multipantalla, habituado a buscar lo que quiere consumir -llamado lean forward, inclinado sobre el teclado-.

No obstante, también hay quien reivindica la pasividad. ¿Realmente queremos abandonar la interacción pasiva con el televisor? Ésta es, precisamente, la gran baza de la televisión que gusta porque exige muy poco. Y puede que tal vez, sea también la razón por la que cuenta con una penetración del 89%, según el último informe del Estudio General de Medios, aunque su crecimiento se ha estabilizado. En cambio, Internet asciende disparada. En 10 años, su penetración ha pasado de un 2,9% a un 34,3%. Aún así, hoy por hoy, el gran proveedor de contenidos audiovisuales sigue siendo la televisión.

Con este panorama, todo parece indicar que, cada vez más, se impone una estrecha colaboración entre televisión e Internet y las empresas ya se han lanzado hacia la convergencia de medios. Dotar de inteligencia interactiva a la televisión, sigue siendo un trabajo pendiente; y servirse de la tecnología para hacer que TV e Internet se entiendan, es una tendencia imparable hacia un nuevo modelo de comunicación.